Este partido lo habría perdido el Atlético de siempre, aquel equipo dubitativo de hace años, ese grupo de jugadores cabizbajos, inseguros, aplastados por la sombra de los últimos tiempos. Pero esta vez no. Esta vez el Atlético demostró al mundo, y a sí mismo, que la roca de la que le ha investido Simeone es dura y firme cual granito. Dominó con entereza y confianza al Español durante el primer tiempo y aguantó con solidez y mucha solidaridad cuando la excesiva dureza del árbitro con Gabi le dejó con diez.

El Español, que ha mejorado mucho con la llegada de Aguirre, no pudo ser el mismo de las últimas jornadas porque el Atlético se le echó encima desde el primer minuto bajo el mando de dos de sus hombres: Diego Costa por el centro y Filipe por la banda zurda. Entre los dos contagiaron al equipo de una viveza, presión y control del choque que se llevó por delante a un tímido rival.
El Español no salió, acogotado por la fiereza de Diego Costa, que está hecho de una pasta especial. En un continuo estado de gracia, Costa alborotó a todo la zaga rival apareciendo por todos lados con una velocidad y potencia descomunal. Cuando se juntaba con Filipe por el costazo zurdo el Español se desangraba en un torrente interminable. La razón por la que el partido no se acabó en esos 45 minutos de derroche rojiblanco fue porque Falcao aún no está. Está un segundo por debajo de ese poder de reacción que le hace adelantarse a las defensas para clavar las oportunidades que se le presentan. Y aún así, sigue marcando goles.
Pero esta vez el que tiró del carro fue Costa, pero también Filipe, que entró como un cuchillo por su lado. Tanta presión acabó con un penalti indiscutible sobre Diego Costa, corto premio para los muchos méritos que había hecho el equipo de Simeone.
El partido iba camino de convertirse en un festival del Atlético cuando Gabi cometió una imprudencia. Dejó la rodilla en una jugada intrascendente y la severidad del árbitro le mandó a la ducha al borde justo del descanso. Una jugada absurda.
Aún así, y durante muchos minutos de la segunda mitad, el que pareció que jugaba con once y perdiendo era el Atlético, mientras que el Español era lo contrario, parecía que estaba en casa, ganando y con diez pues casi todo fue de los rojiblancos, con el fuelle suficiente para seguir disponiendo de las mejores ocasiones de gol.
Aguante rojiblanco
En el Español, que pareció un equipo timorato, todo se perdió porque no fue capaz de encontrar a Verdú en la salida a la contra. Si Verdú, uno de los violínes que tiene el equipo catalán, no entra en contacto con el balón Sergio García, que es un estilete, no aparece y así el equipo se queda romo, solo fiado a la solidez de Casilla (un muy buen portero) y los suyos. Y en esta ocasión, eso no bastó en absoluto.

Incluso en ese tramo final se percibió un Atlético poderoso, seguro de sí mismo, aguantando muy entero los zarpazos, ya desesperados, de un Español al que casi nunca se le vio enjundia para hacer daño a un rival que, ahora sí, tiene tintes gigantescos.
Ficha del partido
Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Arda (Cristian Rodríguez, m. 80), Tiago, Gabi, Koke (Mario Suárez, m. 68); Diego Costa (Raúl García, m. 86) y Falcao.
Español: Casilla; Javi López, Colotto, Héctor Moreno, Capdevila; Víctor Sánchez, Forlín (Longo, m. 49); Simao (Petrov, m. 65), Verdú, Stuani; y Sergio García.
Gol: 1-0, m. 37: Falcao, de penalti.
Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Expulsó por doble amarilla a Gabi (m. 33 y 47+). Amonestó a los locales Tiago (m. 33) y Arda Turan (m. 55) y a los visitantes Forlín (m. 5), Kiko Casilla (m. 13), Stuani (m. 34), Héctor Moreno (m. 36), Colotto (m. 57), Longo (m. 78) y Víctor Sánchez (m. 90).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima quinta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 40.000 espectadores.